«Ecos de Doñana: cartografía sonora de un conflicto socioecológico» es un mapa interactivo que explora el paisaje sonoro del sistema socioecológico de Doñana. Situado en el suroeste de España, el área designada como Espacio Natural Doñana (END) incorpora el parque nacional de Doñana, declarado en 1969, y el parque natural de Doñana, formado por una región discontinua que limita con el parque nacional. Este último, creado a finales de los años ochenta, ha sido ampliado en varias ocasiones. El END se extiende por las provincias andaluzas de Huelva, Sevilla y Cádiz y está declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO y sitio Ramsar.

Doñana se conoce comúnmente como uno de los «humedales más importantes de Europa». Desde su nacimiento en 1969, el parque nacional de Doñana se ha visto inmerso en una dinámica conflictiva, si bien las tensiones más recientes en la región han convertido el END en una presencia constante en medios de comunicación nacionales e internacionales. En 2022 una proposición de ley promovida por los partidos de derecha y ultraderecha PP, VOX y Ciudadanos abrió la vía a un proceso legislativo que pretende modificar los actuales límites al regadío en la comarca.

Al noroeste, en una zona comúnmente conocida como la «Corona Norte», el END limita con la región exportadora de frutos rojos más importante de Europa. La expansión del cultivo de frutos rojos (iniciado con las fresas y que actualmente incluye también las moras, las frambuesas y las zarzamoras) se remonta a los años sesenta. En la década de 1980, la fresa se había convertido en el cultivo dominante en la zona de Palos-Moguer. El éxito y la continua expansión del cultivo de berries han sido posibles gracias a la extracción continua de aguas subterráneas. El END se encuentra sobre un acuífero que desborda los límites del espacio protegido, conocido habitualmente como «el «acuífero de Doñana». Al igual que el cultivo de frutos rojos, la reproducción ecológica del END depende de la presencia de aguas subterráneas. La incesante extracción de agua subterránea ha alterado significativamente el sistema hidrológico de Doñana Occidental.

Otro elemento clave para el éxito de la producción agroindustrial de frutos rojos ha sido la explotación de la mano de obra migrante. Aunque a los agricultores locales y al lobby agroindustrial les gusta destacar su papel como creadores de riqueza, el grueso del trabajo absorbido por la producción de frutos rojos ha sido proporcionado por mano de obra migrante. Durante más de cuatro décadas, la migración laboral interna y externa ha sido indispensable para la reproducción del modelo económico regional.

A partir del año 2000, la fase más intensiva en mano de obra del ciclo agrícola, la recolección, ha sido llevada a cabo por una mayoría compuesta por mujeres de origen norteafricano y de Europa del Este. A través de un modelo de contratación conocido como contratación en origen, decenas de miles de mujeres son empleadas cada año como recolectoras de frutos rojos.

«Ecos de Doñana» es un resultado del proyecto «Orígenes de la escasez: Trabajo y Metabolismo de las Aguas Subterráneas en la Región Socioecológica de Doñana» e indaga, en formato de artículo, en las historias simultáneas de producción de agua y trabajo como insumos agrícolas. Este mapa sonoro ilustra y amplía los resultados de la investigación presentados en el mencionado artículo.

Para entender el conflicto localizado en relación con las aguas subterráneas hay que empezar por comprender la conformación histórica de Doñana como región. El conflicto actual sobre los límites al regadío se inscribe en una historia más amplia de proyectos territoriales en disputa. Los procesos subyacentes a estos proyectos han conformado una región heterogénea en la que los límites entre «naturaleza» y «segunda naturaleza» se disputan continuamente. El mapa ofrece una forma intuitiva de captar los procesos superpuestos a través de los cuales surgen los límites espaciales. La extracción de aguas subterráneas se revela como un conjunto de prácticas dentro de un conjunto más amplio de dinámicas extractivas y explotadoras que están incrustadas localmente pero son multiescalares en su conformación.

El mapa combina elementos visuales y acústicos con el objetivo de ofrecer una representación holística de la región de Doñana. Considerar Doñana como un espacio sonoro tiene una función heurística; el objetivo último no es describir el entorno acústico, sino resistirse a representaciones unilaterales más amplias del espacio recurriendo al sonido. El sonido proporciona un modo de identificar procesos y actores más allá de las representaciones hegemónicas. Las voces humanas aparecen junto a otros elementos sonoros antrópicos y no antrópicos. En las conversaciones públicas sobre los conflictos de Doñana, algunas voces se silencian sistemáticamente: los trabajadores agrícolas asalariados que se organizan en defensa de sus derechos y contra la destrucción de Doñana apenas se mencionan y casi nunca se escuchan. La denuncia de las posiciones de los partidarios del modelo agrario vigente suele suavizar y hacer más apetecibles las propias intervenciones, cuya calidad vivencial aparece distorsionada. El sonido es también un medio específico a través del cual se experimenta el daño, como en el caso de los trabajadores que viven en los campos colindantes con las instalaciones industriales del Polo Químico de Huelva, cuyas vidas se desarrollan en presencia constante de la contaminación industrial, ruido incluido. Aunque muchos habrán oído hablar de la catástrofe minera de Aznalcóllar y de su impacto en Doñana, probablemente pocos se habrán preguntado qué se siente al vivir con las detonaciones diarias en la mina.

Por último, como ocurre con muchos espacios marcados por una larga historia de representaciones románticas de lo salvaje, Doñana ha sido parte de un proceso de estetización que se ha extendido a su entorno acústico. Las representaciones escritas y multimedia de Doñana evocan con frecuencia un espacio natural amenazado y prístino a través de elementos sonoros estereotipados: la berrea del ciervo o la llegada de las aves migratorias son dos de los acontecimientos favoritos. No menos estereotipado es el entorno social de Doñana, donde la representación sonora de las prácticas asociadas al El Rocío, una de las mayores peregrinaciones de Europa, cumple la función de conjurar la ilusión de una comunidad inalterada que actúa como custodio de la tradición. A tales representaciones oponemos el sonido de trabajadores agrícolas reconstruyendo sus precarios refugios tras un devastador incendio. En lugar del romantizado sonido del libre fluir del agua, se escucha el monótono sonido de los aspersores. Cualquier intento de ir más allá del modelo agrícola existente debe partir de una imagen integral de las relaciones que debemos proceder meticulosamente a deshacer.

La mayoría de las grabaciones de audio y fotografías se tomaron a finales del verano de 2023. Se trata del tercer verano más cálido desde que se llevan registros en España. Además, gran parte de España se encuentra en un estado de sequía grave de larga duración.

«Ecos de Doñana: cartografía sonora de un conflicto socioecológico» ha sido posible gracias a la financiación recibida a través del proyecto individual Marie Sklodowska-Curie “Origins of Scarcity: Labour and the Metabolism of Groundwater in the Doñana Socio-Ecological Region” (proyecto nº 890611, convocatoria H2020-MSCA-IF-2019).

Idea original: Lucas Barrero & Natalia Buier.
Ilustración del mapa: Lucía Valdés Arbolí.
Audio: Lucas Barrero, La Mar de Onuba, Pepa Suárez.
Foografías: Lucas Barrero, Pepa Suárez.
Programación del mapa: Diego Horrillo.
Agradecimientos: Perico Echevarría (La Mar de Onuba), Pepa Suárez, Iñaki Olano, Juan Romero, Lucía Valdés, Rafael Serrano, Diego Horrillo, Dumitrița Holdiș, Jornaleras de Huelva en Lucha.


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